15.9.20

Bitácora del viaje obligado al Extranjero #31 - Mi corazón se rompe los nudillos contra la sociedad.

Han pasado varios meses desde que emprendí este viaje obligado al Extranjero que soy yo misma, y esta isla parece no tener final. Cuánto más fácil sería perderme adrede, otra vez, en la boliviana Isla del Sol, sabiendo que por la costa puedo volver al punto desde donde partí.

Pero parece que los viajes al Extranjero de uno son más largos que los viajes al Extranjero físico político.

Yo soy mi propio punto ciego, decía Pablo, mi profesor de teatro refiriéndose a sí mismo como una cámara de seguridad. Tenía razón: no hay viaje suficiente para conocerse a sí mismo.

No hay comentarios: