29.4.19

Anagnórisis

Cinco cuadras
y dos puertas de vidrio
nos separan,
y nos unen.

Abro una puerta,
la de mi casa.
Camino 7 cuadras,
las más largas de mi vida.

El corazón va mas rápido que las piernas, 
a las que siempre les reclamo 
que deberían poder ir mas rápido aún.

Toco el timbre,
y el mejor momento de mi día
se avecina.

Veo su sombra bajando la escalera,
y reconozco su silueta acercándose 
a la segunda puerta de vidrio.

Sus ojos, la puerta, mis ojos.

La puerta se abre.
Sus ojos, mis ojos.

La sonrisa confirma la anagnórisis:
somos los mismos de ayer,
o casi.

23.4.19

Muñeca rusa

Si alguien hiciera, en mi casa, un corte transversal,
como a la altura del medio de las ventanas,
descubriría varias habitaciones,
entre ellas,
la mía.

Dentro de mi habitación,
descubriría mi cama.

Si esa misma persona, u otra,
hiciera un corte transversal en mi cama,
como a la altura del edredón,
nos descubriría a nosotros,
posiblemente dormidos,
seguramente abrazados.

Si alguien hiciera un corte transversal en mí,
a la altura del esternón,
te descubriría a vos.

Y, probablamente,
si hiciera un corte transversal en vos,
a la altura de tu esternón,
ahí estaría yo.

O eso me gustaría.

2.4.19

Miráme cuando no te hablo


Por qué me mirás a los ojos cuando te hablo y
no
me mirás
a los ojos 
cuando
me 
quedo
callado?

Tengo miedo.

Miedo?

Si no vas a hablar, no me mires callado.

Miedo de qué?

De entrar por las pupilas,
encontrar verdad,
perderme
y no poder
salir.

Miráme cuando no te hablo.

No.

*cierra los ojos con fuerza*

1.4.19

Desayuno 2

Una pareja.
Un matrimonio.
60 años,
o menos,
o más.

Desayunan en un bar,
contra la ventana,
enfrentados.

No se miran.

El
mastica,
mirando al frente por detrás del hombro de ella.

Ella
respira
mirando por la ventana.

El
hace sonidos con la boca
Se saca la comida de las muelas.

Ella
la cartera bajo la axila.

El
Mueve el bigote de izquierda a derecha
como una ola.

Ella
llama a la mesera.

El
sale del sopor
se alerta.

Es inminente.
Se estan por ir.

La noche afuera

Las bolsas de basura suenan crujidito.

Hace frío
y me dan ganas de hacer pis.

La gente se ríe.

Me da placer,
y me molesta,
porque quiero dormir
y el aguardiente ya no me salva
de la falta de amor
ni del insomnio.

Desayuno

Con el último trago de café del desayuno
y un sabor remanente de tostadas con queso untable,

me di cuenta:

vine a cumplir sueños.