22.7.19

Gretel

Me fui lejos
tan lejos
de mi
que ya no sé cómo volver.

Tomé otro camino
y llegué a mi
pero desde ese lugar
me veo distinta.

No me reconozco.

Me desespero y les grito a mis amigos,
a mis ex novios,
a mis amigas,
a mi familia,
que también andan en ese bosque
perdiéndose y buscándose.

Los árboles absorben mi voz
que ya de por sí no es tan alta.
Algunos me escuchan
y desde sus lugares de sí mismos
tan perdidos como yo,
me dicen que tranquila,
que siempre se vuelve,
que a veces es necesario,
que la vida es esto de perderse y encontrarse.

Y me calmo un poco,
y otro poco siento que no entienden
una mierda.

Y levanto una ramita del piso.
Mientras camino llorando
le voy sacando la corteza
y la tiro a un costadito
y cuando la ramita ya quede en carne viva,
la tiraré a un costadito
al final del camino de corteza.

y me dedicaré a sacarme la mugre de las uñas
con las otras uñas,
teniendo algún tipo de fe
en que si hago eso
matare más rápido el tiempo que falte
para encontrarme a mi misma.

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