26.3.20

Bitácora del viaje obligado al extranjero #2

Hoy fue mi día número 10 de cuarentena voluntaria.
Todo indica que el 16 de septiembre va a ser una fecha que voy a recordar mucho tiempo.

Por la tarde subo a la terraza a tomar un poco de sol.
Mi mamá insiste en que ver el sol ayuda a lidiar con la tristeza.

Ella lo llama ''el bajón''.
Desde la terraza veo dos calles, Avenida Medellín y Cerrada Torreón, y la boca calle donde se cruzan cerrada Torreón con Calle Torreón.
Acá las calles son así, muchas se llaman igual, y el adjetivo es lo que da cuenta de la diferencia entre una y otra.
Más adelante se cruzan Bajío y Cerrada Bajío. Y así, muchas.
Pareciera no tener explicación, pero la tiene.
Como todo en México, en algún punto de lo profundo,

las cosas tienen una razón de ser o de llamarse.

Hoy ví por tercera vez un pajarito que se posa en una esquina de la terraza y pía.
No sé si es siempre el mismo, me gusta pensar que sí.


Ahora tengo otro motivo para seguir yendo a la terraza a tomar sol.
Y el tiene un motivo para seguir visitando esa esquinita.
Ambos sabemos que un cantante sin espectadores, no es un cantante.

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