19.3.20

Un viaje obligado al extranjero

Para descubrir que el territorio más desconocido es el propio
y que no queda otra que recorrerlo para encontrar el puente que, con suerte, conduce a un lugar mejor.
Quién sabe si habrá oro, petróleo, artesanías, agua limpia.
Quién sabe si las guerras serán más sangrientas, o los malos más ricos. 
O si será todo junto, otra vez.

Mientras tanto estoy perdida y lloro cada tanto,
porque tengo miedo,
porque no sé si mi familia está bien, ni dónde.

Por qué aparecí acá,
yo creía que estaba soñando.
Pero me pellizco y sigo acá.
Pateo piedras y no siento nada.

Tal vez mi madre esté intentando despertarme, viendo que lloro dormida.

Y solo estoy durmiendo la siesta una tarde de verano en la casita del campo.
Y el estanque está lleno de agua.
Y está esperándome para que vaya a desgastarme las yemas de los dedos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Josefina. A cuento de tu comentario en FB acerca de Denis. Te cuento que Pavel tavares tiene temas similares en FADu con alumnas. Asuntos un poco turbios, por los que tuvo que dejar la catedra. por ejemplo.
No exculpo a denis, de quien ya me habian escrito cosas similares. Ni castico a Tavares. Solo te lo comento ya que veo que son amigos.
Beso

Alicia en el país dijo...

Hola ''Anónimo''. No sé quién sos, ni por qué me contás esto a mí.
No soy yo a quién se lo tenés que contar, sino a la Comisión de Género o a la Unidad de Género o, en todo caso, pedir ayuda en algún espacio público como hice yo.
Este es mi blog personal donde escribo literatura.
No sé cómo llegaste acá, ni por qué.
Si querés o necesitás ayuda, podés enviarme un mail a josefinasmarengo@gmail.com o escribirme por privado en Facebook.
Saludos.