Muchas noches y viajes,
que podría aprovechar para dormir,
me desvelo imaginando
cómo sería el relato de un
enmascarado
que entra inconsciente al
hospital
y luego nadie nunca más lo
reconoce
cuando los médicos le sacan la máscara.
En los peores momentos,
escribir es como un
barquito que me lleva a navegar
y me mece hasta que me
duermo en alta mar.
Mis amigos no me leen.
Y está bien
no los culpo
pero tampoco voy a negar
que el hecho de que no me
lean
es como que me permitan
pintarles el frente de la casa
con aerosol.
Papeles diciendo lo que
estoy dejando morir,
y que el dinero es el
objetivo de los que no tienen sueños.
Te quiero ver
necesitando un abrazo
y no teniendo a nadie cerca
a quien abrazar.
Cuántos mililitros de
lágrimas hay que llorar
para que se pase la
angustia?
Será que no puedo con todo
lo que quiero?
Será que quiero demasiado?
No hay comentarios:
Publicar un comentario